El otro día, paseando con mi hermano Andy (claro, no voy a pasear yo solo si no tengo piernas!), no pude reprimir mi sorpresa ante semejante alarde publicitario.
Es evidente que el hombre que lo escribió no tenía un dominio pleno del español (o eso o era Manolo, el traductor), pero lo que agrava la impunidad lingüística con que se exhibe al transeúnte es que nadie entrara a la tienda y le dijera al hombre que ese anuncio es totalmente ininteligible...
Aunque quien sabe, dados los antecendentes que tenemos sobre temas eléctricos quizás sea posible que estemos ante la jerga perdida del auténtico homo eléctrido o electridicista... una especie de esperanto popular entre los electridicistas...
Aún así, ya sabes, si tienes problemas con tu lampara prabolica asegúrate un vesita gratis!!!
Por cierto, como está la tecnología ¿eh? ostia, lámparas prabólicas!! acojonante la teconología...
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