martes, 4 de agosto de 2009

ESTO TAMBIÉN ES BARCELONA


No es oro todo lo que reluce, y menos cuando ese oro no es más que latón envuelto en un envoltorio lujoso y atractivo. Mierda a precio de lujo, vamos. La verdad es que Barcelona no es lo que todo el mundo piensa, ni lo que los políticos y cientos de campañas de publicidad sufragadas por los ciudadanos se esfuerzan en predicar. Barcelona huele mal, acumula basura a pie de contenedores y, en cierto modo, esconde en cada uno de sus barrios rincones de los que avergonzarse, ya sea en el Raval, en el barrio de Gracia o en este caso en el de Sants-Montjuïc.
Y es que a pesar de que estas barracas parezcan haber sido fotografiadas en un barrio periférico de alguna ciudad tercermundista, no es así. Este ghetto marroquí de donde ya desalojaron a un hombre que amenazó con una escopeta si era deshauciado, no es sino el ejemplo de que Barcelona no es tan "fashion" como les hacen ver a los turistas. Y, como digo, este pequeño reducto de chabolas no están apartadas del mundo, sino que se encuentran a 50 metros de la Plaza Cerdà, a 200 metros de la suntuosa Ciudad Judicial y pegado a Can Batlló, próxima sede del absurdo "Museo del Urbanismo".
Visc A Barcelona! (y me matan a impuestos)... Alcalde! chúpameldiente!

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