Si hace pocos años los del Ayuntamiento de Barcelona nos sorprendieron con un nuevo personaje que pulula por nuestras calles vestido con armilla fosforescente, carpeta en mano, poniendo pegatinas de "este residuo no está en su sitio", el llamado Educador medioambiental (cágate lorito), que por definición es: "Un promotor del medio ambiente es aquél que informa y sensibiliza a la ciudadanía respecto de asuntos como la recogida selectiva de residuos o de su reutilización. Para entendernos, es una especie de profesor y consejero ecológico de los vecinos"; o sea, un pringao al que nadie hace puto caso; como decía, si hace pocos años nos sorprendían con semejante estupidez ahora parece que están probando nuevos oficios en los que gastar nuestros impuestos.
El "promotor del residuo urbano" es el pobre diablo de toda la vida, el que revuelve los contenedores dejando toda la mierda esparcida para llevarse cuatro cables para su reciclaje.
El Ayuntamiento de Barcelona puede imponer en breve a todos los del "oficio" la camiseta/uniforme que vemos en la foto: ANIMACIÓN.
Sí señor! animación de los espacios públicos y privados, ¡eso es lo que nos falta en Barcelona! venga amigo, revuélvelo todo y deja la calle hecha una mierda, peléate con el indigente de turno por una tostadora rota y a todo esto ya verás que rápido se animan los vecinos...
Qué asco de ciudad, por Dios. Si no fuera por mi hermano Andy ya estaría paseando de nuevo por las glamourosas calles de Hollywood. Arrrggg...
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